[1] Al acento tónico también suele llamarse "acento oral", pero nosotros no estamos de acuerdo con tal denominación; le llamaremos siempre "acento tónico", o simplemente "acento" cuando no haya riesgo de anfibología. Este nombre (el primero) es usado por algunos autores para distinguirlo del "acento nasal", como burdamente algunos llaman a la tilde (virguilla), símbolo de la nasalización.